Que Es La Brecha Digital Ejemplos?
Hace referencia a la falta de competencias digitales que impide el manejo de la tecnología. En este sentido, y por poner un ejemplo, la UIT señala que hay 40 países en los que más de la mitad de sus habitantes no saben adjuntar un archivo a un correo electrónico.
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Contents
- 1 ¿Que nos indica el concepto de brecha digital?
- 2 ¿Qué es una brecha digital y ejemplos?
- 3 ¿Cómo afecta la brecha digital en la vida cotidiana?
- 4 ¿Qué es la brecha digital y como nos afecta?
- 5 ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la brecha digital?
- 6 ¿Qué es la brecha digital y como reducirla?
- 7 ¿Por qué la brecha digital es un problema social?
- 8 ¿Cuál es la importancia de la brecha digital?
- 9 ¿Qué es la brecha digital en la educación?
- 10 ¿Qué es el Plan brecha digital Cero 2022 2025?
- 11 ¿Qué es la brecha digital qué objetivo y finalidad tiene la inclusión digital?
¿Que nos indica el concepto de brecha digital?
Con la revolución digital llegó el término fractura o brecha digital, circunscribiendo la definición a las posibilidades de acceso tanto a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como a Internet.
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¿Qué es una brecha digital y ejemplos?
Qué es la brecha digital – El concepto de brecha digital no tiene una definición única y aceptada universalmente. La brecha digital hace referencia a la desigualdad en el acceso, uso o impacto de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) entre grupos sociales,
- Estos grupos se suelen determinar en base a criterios económicos, geográficos, de género, de edad o culturales.
- Entre los diferentes tipos de brecha digital que existen, la brecha digital de acceso es una de las más habituales.
- Se refiere a las posibilidades que las personas tienen de acceder a este recurso.
Aquí entran en juego las diferencias socioeconómicas entre las personas y los países. El otro tipo de brecha digital más común es el de la brecha de uso que hace referencia a la falta de competencias digitales que impide el manejo de la tecnología. Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a finales de 2019 había 40 países en los que más de la mitad de su población no sabía adjuntar un archivo a un correo electrónico.
- La pandemia ha agudizado algunos problemas, y entre ellos, la brecha digital existente, porque las comunicaciones y la tecnología ayudan a mitigar el aislamiento y la soledad no deseada”, afirma Joaquín Pérez, responsable del Área de Personas Mayores de Cruz Roja.
- Nos hemos encontrado con que es necesario contar con dispositivos al alcance de todas las personas, pero también con conectividad y competencias técnicas para usarlos”, precisa.
Por tanto, no es una cuestión meramente económica, que se solvente repartiendo tablets, sino que debemos formar a quienes hasta ahora han estado alejados de la tecnología. Según datos del Plan Cruz Roja Responde -que nace como reacción al impacto de la pandemia-, el 63,8% de los hogares atendidos no dispone de ordenador y el 46,6% no tiene contratado ningún servicio de internet,
- El hecho de que muchos procesos y servicios pasen por la digitalización impide que estas personas accedan a plataformas o prestaciones que necesitan y, por tanto, acrecenta su fragilidad y su aislamiento.
- La falta de competencias digitales también afecta de forma decisiva a niños y niñas en la educación, así como a la realización de trámites y gestiones en las familias más vulnerables.
“La pandemia ha agudizado algunos problemas, como la brecha digital, porque las comunicaciones y la tecnología ayudan a mitigar el aislamiento y la soledad no deseada” Es por ello que en Cruz Roja hemos priorizado, durante el último año, los programas relativos a la adquisición de competencias digitales,
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¿Cómo afecta la brecha digital en la vida cotidiana?
La brecha digital en la vida cotidiana Esto les quita la posibilidad de tomar decisiones acertadas en poco tiempo, y además, debido a la rápida evolución de la misma, las personas que no se integran en el mundo tecnológico, suelen quedarse colgados de forma permanente y cada vez es más difícil de solucionar.
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¿Qué es la brecha digital y como nos afecta?
La brecha digital se refiere a la diferencia en el acceso y conocimientos de uso de las nuevas tecnologías. Se suele determinar en base a diferentes criterios, por ejemplo económicos, geográficos, de género, edad o entre diferentes grupos sociales.
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¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la brecha digital?
Este tipo de brecha, se basa en la limitacion o falta de posibilidad, que tengan las personas de saber las posibilidades que nos brindan las redes sociales. Permite el acceso a dispositivos tecnologicos. Permite expandir la tecnologia a otros lugares. Nos ayuda un poco a nuestro desarrollo profesional.
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¿Dónde se da la brecha digital?
La ‘ brecha digital ‘ ( digital divide) es definida, en líneas básicas, como el espacio que separa a aquellos que poseen acceso regular y efectivo a tecnologías digitales (‘conectados’) y aquellos que no lo tienen (‘desconectados’).
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¿Qué es la brecha digital y como reducirla?
La brecha digital es la desigualdad en el acceso a Internet y a las tecnologías TIC (Tecnologías de la Información y Comunicaciones) en el mundo. Se dice que vivimos en un mundo conectado, pero la realidad es que la digitalización y el acceso a las TIC es muy irregular a nivel mundial.
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¿Por qué la brecha digital es un problema social? ¿Por qué la brecha digital —y las desigualdades digitales relacionadas con ella— es una forma de desigualdad y una injusticia? La mayor parte de los artículos académicos sobre la materia, tanto empíricos como teóricos, han tratado de definir y cuantificar la brecha digital.
No obstante, hemos dedicado menos tiempo a tratar de responder a la siguiente cuestión: por qué las diferencias entre quienes usan y no usan Internet (brecha digital) y entre quienes obtienen beneficios de las tecnologías y quienes no (desigualdades digitales) esconden una realidad desigualitaria. Para dar respuesta a esta pregunta, abordamos en primer lugar la naturaleza de Internet entendida como un bien público no opcional.
Como sabemos, los bienes públicos son aquellos a) que una vez producidos están disponibles para todos los agentes de la comunidad; b) cuyo uso o consumo no excluye a otros consumidores simultáneos (es decir, no rige el ‘principio de la exclusión’, característico de los bienes privados); c) cuya utilización por otros consumidores no disminuye la dotación del recurso (no rivalidad en el uso); y d) que presentan indivisibilidad de beneficios (no suponen un beneficio igual para todos pero es problemática su determinación), ya que no todos se benefician de la misma forma con su producción.
- Entre estos bienes, existen algunos tan relevantes como para que, como sociedad, los protejamos, regulemos y fomentemos de tal forma que todos los ciudadanos los disfruten.
- Un ejemplo de este tipo de bienes sería la educación básica.
- Consideramos que Internet se comporta de forma parecida a la educación básica.
Las Ciencias Sociales, en general, y la Sociología, en particular, han demostrado el efecto de la falta de educación básica sobre las oportunidades de los ciudadanos. Este es uno de los principales motivos por los que este tipo de educación es suministrada universal y obligatoriamente en un gran número de estados.
- Tal y como muestran los estudios empíricos, Internet puede generar este mismo tipo de efectos de reducción de las posibilidades reales de los ciudadanos para disfrutar de las ventajas y beneficios que ofrece la sociedad digital.
- Así, por ejemplo, puede considerarse una contradicción que se ponga en marcha un proceso de digitalización de la administración pública, un servicio sobre el que tienen derecho todos los españoles y que ofrece beneficios importantes, sabiendo gracias un importante volumen de evidencia empírica que un elevado porcentaje de la población no cuenta con los recursos individuales, las habilidades digitales o no percibe la utilidad subjetiva de este servicio y, por lo tanto, no lo usará.
No obstante, la mayor parte de países del mundo no realizan esta consideración y, como España, son el escenario de dos formas de desigualdad relacionadas con Internet: la brecha digital y la desigualdad digital. Sin embargo, una vez que el desarrollo de la Sociedad de la Información ha generado las infraestructuras necesarias para que cualquier ciudadano pueda usar Internet si así lo desea, ¿por qué la brecha digital o la desigualdad digital deberían ser consideradas un problema social? ¿por qué es injusto que una persona con estudios altos obtenga más beneficios de Internet que una persona con un nivel educativo bajo? La respuesta a esta pregunta no es tan sencilla e inmediata como pudiera parecer ya que depende, en gran medida, de la idea de justicia que manejemos.
- «La desigualdad digital es injusta en la medida en que, como consecuencia de la digitalización de cada vez más servicios, podamos llegar a ser ciudadanos parciales, consumidores limitados o activistas con menos recursos para la movilización».
- En este trabajo partimos de la idea de igualdad compleja de Michael Walzer, que sostiene que «ningún bien social X ha de ser distribuido entre hombres y mujeres que posean algún otro bien Y simplemente porque poseen Y sin tomar en cuenta el significado de X».
Según esta idea, el disfrute de un bien no debería depender de la posesión de otros bienes como el dinero o un nivel educativo alto sencillamente porque se poseen estos recursos. El acceso y uso de cualquier bien social debería gestionarse en función de cómo es interpretado socialmente dicho bien.
- Es decir, debería ser distribuido en función del “significado de X”.
- Autoras como Eszter Harggitai han señalado que no todos los usos de Internet son iguales.
- Mientras unos pueden generar, por ejemplo, mayor capital social, otros son, básica y fundamentalmente, fuente de entretenimiento.
- En definitiva, se trata de la diferencia entre lo que Stefano De Marco define como Usos Beneficiosos y Avanzados de Internet (UBAI) y el resto de servicios que ofrece esta tecnología.
No solo existen diversos UBAI, sino que estos pertenecen a esferas distintas. Por ejemplo, el comercio electrónico pertenece a la esfera del consumo, mientras que la administración digital y la participación política digital pertenecen a la esfera del gobierno y de la democracia.
Al pensar en los usos de Internet solemos ponderar la dimensión digital de estas actividades dejando de lado, en muchos casos, que se trata de actividades políticas, comerciales o legales y que estas son, realmente, sus esferas de justicia (no Internet, sino la democracia, no Internet, sino los derechos del consumidor, etc.).
La desigualdad digital es injusta en la medida en que, como consecuencia de la digitalización de cada vez más servicios, podamos llegar a ser ciudadanos parciales, consumidores limitados o activistas con menos recursos para la movilización. Para entender bien el motivo o los motivos por los que la desigualdad digital es una realidad profundamente injusta tenemos que trasladar las dificultades que determinados ciudadanos padecen, por mor de sus recursos individuales, sus habilidades digitales o sus actitudes hacia Internet, a la esfera a la pertenecen dichos usos de Internet.
Así, no estar en disposición de usar los servicios de la administración digital no es solo un problema relacionado con Internet, sino con la esfera a la que pertenece las relaciones entre los ciudadanos y la administración. Es decir, pertenece a la esfera del buen gobierno y/o de la democracia o, si se prefiere, a la esfera del estado de derecho.
La desigualdad digital que afecta a la administración digital se transforma en algo negativo desde la concepción del ciudadano de un estado de derecho al que, como consecuencia de, por ejemplo, su menor nivel de capacidades digitales, se le niegan servicios a los que otros ciudadanos sí tienen derecho.
En definitiva, tratamos de abrir un debate sobre los motivos profundos por los que la brecha digital y la desigualdad digital son problemas reales para el correcto desarrollo de una Sociedad Red justa y equilibrada. En este sentido, señalando el carácter de Internet como un bien público no opcional y tratando de clarificar la esfera de pertenencia de servicios digitales beneficiosos como la administración digital, hemos tratado de dar un paso adelante en esta dirección.
Esta entrada es un resumen del artículo, publicado en el número 25 de Panorama Social. Puede acceder al sumario y la descarga de la revista. : ¿Por qué la brecha digital es un problema social?
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¿Cuál es la importancia de la brecha digital?
The Digital Divide and the Importance of ICT in Regional Economies of Mexico Jordy Micheli Thirión* y José Eduardo Valle Zárate** * Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), [email protected] ** UAM, [email protected] Nota: los autores agradecemos los comentarios críticos de tres lectores anónimos a la primera versión del documento enviada a la revista; los errores e insuficiencias que permanezcan son nuestra responsabilidad.
Los objetivos de este documento son, en primer lugar, medir la brecha digital regional en México a partir de una metodología internacional de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y con datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Calculamos los factores de acceso, utilización y aptitudes sociales que explican el desarrollo local de las TIC; el resultado nos permite conocer el lugar de cada entidad del país en el contexto de la brecha digital. En segundo término, es asociar esta distribución regional con las estructuras de empleo de cada estado; encontramos consistencia con el sector de servicios avanzados, una evidencia que nos brinda una señal sobre el significado actual del desarrollo local bajo el paradigma de la economía digital. Palabras clave: brecha digital; México; índice de desarrollo de las TIC; servicios avanzados. | The aim of this paper is to measure the regional digital divide in Mexico according to the International Telecommunications Union’s methodology. We work with Mexican official data collected in 2015 and published in 2016. We calculate readiness, use, and capability factors that explain the local development of ICT. The result allows us to know the distribution of the digital divide among the different states, which in turn leads to compare the regional digital hierarchy and the regional employment structures. This exercise yields a consistent relationship between ICT development and the advanced services sector. The evidence provides us with a view on the current meaning of local development under the digital economy paradigm. Key words: Digital divide; Mexico; Index of ICT Development; Advanced services. |
Recibido: 31 de agosto de 2017, Aceptado: 8 de enero de 2018. Introducción La brecha digital es una expresión de índole cuantitativa y comparativa del desarrollo de las sociedades específicas que emplean medios digitales en su quehacer. No tiene sentido fuera de un marco social y territorial concreto.
La relación entre índices de apropiación tecnológica y desarrollo socioeconómico está ligada a la noción del concepto brecha digital de la década de los 80 del siglo pasado que expresa el nacimiento de un nuevo factor de inequidad social y económica entre la población, en este caso entre la conectada y la no conectada a internet y, por ende, usuaria y no usuaria de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Un paso adelante en su concepción es la pobreza digital (Barrantes, s.f.), la cual es una expresión que conjuga tres factores: consumo, demanda y la capacidad de usar las TIC. Toudert (2013) advierte que la brecha digital es como un nuevo marco intrínseco de relaciones sociales a escala territorial.
Diferentes análisis han intentado generar una comprensión de ésta en las condiciones propias de México. Un trabajo pionero es el de Mariscal (2005), quien demostró que la desigual distribución regional en teledensidad que se gestaba a partir de la liberación del mercado de telecomunicaciones tenía que ver, básicamente, con las políticas comerciales de las empresas, y México tenía una brecha digital mayor que la que le correspondería, en teoría, por su alto producto interno bruto (PIB) a nivel de América Latina.
Así, desde inicios de este siglo, México sigue siendo una nación que no ha sabido equiparar su tamaño económico con su apropiación y uso de las TIC por parte de la población. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (2013) corroboró que el país ha perdido lugares en clasificaciones internacionales de la sociedad de la información y diagnosticaba el origen de ello en la ausencia de políticas públicas eficaces en materia de las TIC, a pesar de la existencia de una economía de mercado sin restricciones para la competencia privada, desde fines de la década de los 90 del siglo pasado.
- La brecha digital es, pues, un tema central que está estancado en la expectativa del desarrollo mexicano.
- Este artículo tiene dos objetivos: el primero es mostrar una actualización de la medición de la brecha digital por estados en México, apoyándonos en una metodología internacional; el segundo, presentar una línea de interpretación de la diversidad nacional en materia digital haciendo uso de un instrumento específico de economía regional estructural: la relación entre el empleo en servicios avanzados y el empleo en manufacturas.
Por lo tanto, está presente una hipótesis de que existe una relación entre la economía digital y la estructura laboral a nivel local (Micheli, 2014; Micheli, Valle, 2017) y que ella puede ayudar a explicar los alcances y limites de la aportación de las TIC al desarrollo, lo cual es, finalmente, lo que se busca cuando se miden brechas digitales.
Es, entonces, un documento de sustrato estadístico que cubre un objetivo de medición de la brecha digital por estados y otro de asociación entre la brecha digital y las condiciones estructurales del empleo a nivel estatal. En esto radica su aportación fundamental: brindar una base para posteriores líneas de investigación que expliquen las condiciones específicas de cada entidad dentro de una concepción del desarrollo que incorpora tecnologías y quehaceres digitales.
Brecha digital y el desarrollo basado en servicios La importancia de la brecha digital y de la capacidad de su medición se ha acentuado a medida que ha avanzado la innovación basada en la revolución digital, en una forma que autores como Brynjolfsson y McAffe (2014) definen como exponencial y combinatoria.
La tendencia de la economía digital es la de constituirse en un sistema que asocie consumo y producción —en un nuevo paradigma que algunos denominan ciberfísico — dado que internet constituye una red de intercomunicación entre personas y también entre objetos o co sas, 1 por lo que la velocidad y calidad de la adaptación de sociedades específicas a esta nueva fase de la revolución tecnológica es un factor del desarrollo para América Latina (CEPAL, 2016).
Un índice como la brecha digital, que aluda a la sociedad de la información a nivel local, tiene la aspiración de ser una herramienta más en el enfoque del desarrollo local. ¿Cómo podemos emplearla? Vamos a acudir a datos básicos de la fuerza de trabajo en los sectores de manufactura y servicios en los estados y haremos una aproximación exploratoria bajo la siguiente hipótesis: a nivel local, el avance en el índice que mide el grado de desarrollo de las TIC —como apropiación de un quehacer digital por las personas— está relacionado de forma positiva con una estructura de empleos donde las actividades de mayor productividad sean significativas.
Para ello, vamos a diferenciar entre empleos tanto en la manufactura como en los servicios avanzados y los no avanzados. ¿Cuál es el criterio que subyace en esta división de mercados de trabajo? En la estructura económica actual, los servicios o sector terciario ocupan ya un papel dominante; si bien este sector es heterogéneo en muchos sentidos, se ha reconocido en las últimas décadas como una de las actividades económicas más relevantes por su aportación al empleo, el comercio, al valor agregado y, gracias a su imbricación con las TIC, a la productividad y la innovación (OECD, 2000).
Por lo tanto, para analizar las condiciones del desarrollo contemporáneo, es necesario comprender la emergencia de servicios que estén asociados a mayor productividad e ingresos. En el conjunto de las economías terciarizadas existe una clase de servicios que, en nuestro caso, denominaremos como avanzados, que sobresalen por su dinamismo produciendo mayor valor agregado por trabajador.
La clasificación de estas actividades es imprecisa si se vislum bran desde la perspectiva de contabilidades macroeconómicas, sin embargo, hay un consenso de que las actividades siguientes (que agruparemos bajo la denominación de servicios avanzados) son representativas: los financieros y de seguros; corporativos; profesionales, científicos y técnicos; los de apoyo a los negocios y manejo de desechos y servicios de remediación; e información en medios de comunicación masiva.2 El peso de esta clase de servicios en la estructura del PIB total de servicios de México ha crecido de 12% en el 2003 a 19% en el 2013 y es, de hecho, la única que se ha mostrado dinámica en los Censos Económicos.
Para contextualizar el significado del crecimiento que ha experimentado este sector (Micheli, 2012, 2014; Micheli, Valle, 2017a y 2017b), cabe señalar que su producción ha crecido a un ritmo tal que se ha ido acercando en valor a la producción de las manufacturas.
- Los datos muestran que la brecha de valor existente entre ambos se redujo 59% desde el 2003 hasta el 2013.
- En cuanto al empleo, las diferencias son más evidentes: la brecha solo se ha reducido 17% en el periodo mencionado.
- El sector de servicios avanzados tiene una productividad laboral aparente (valor de la producción entre persona ocupada, anual) que se ha diferenciado cada vez más de la manufactura, la cual se ha mantenido prácticamente estancada.
La brecha de productividad en favor de los servicios avanzados ha crecido 67% en el lapso en estudio. Penetración de las TIC y el modelo de la ITU La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que “la penetración de Internet en la región, medida como el número de usuarios respecto de la población total, se duplicó con creces en nueve años, pasando del 20,7% al 54,4%.
No obstante, en 2015 ese porcentaje continuaba siendo muy inferior al promedio de los países de la () OCDE (79,6%), con una bre cha de 25,2 puntos porcentuales”. Con respecto a México, se indica que la aportación de internet al PIB es de 1% y se encuentra por debajo de naciones como Brasil, con 1.5%, o bien de Suecia, Reino Unido, Corea, Estados Unidos de América, Taiwán o Malasia, en los cuales esta proporción es de 6 a 4% (CEPAL, 2016, p.19).3 La Asociación Mexicana de Internet (AMIPIC, 2016) afirma que en el país existen 65 millones de usuarios, con 59% de penetración, y que, con esa cifra de usuarios, ocupa el décimo lugar a nivel mundial.
Abundando sobre las características sociales y de uso de tecnologías de los usuarios mexicanos, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2016b) señala: “• Al segundo trimestre de 2015, el 57.4 por ciento de la población de seis años o más en México, se declaró usuaria de Internet.
• El 70.5 por ciento de los cibernautas mexicanos tienen menos de 35 años. • El 39.2 por ciento de los hogares del país tiene conexión a Internet. • El uso de Internet está asociado al nivel de estudios; entre más estudios, mayor uso de la red. • La obtención de información y la comunicación son las principales actividades realizadas en Internet.
• 77.7 millones de personas usan celular y dos de cada tres usuarios cuentan con un teléfono inteligente ( Smartphone )”. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés) creó el índice de desarrollo de las TIC (IDT), que se nutre de 11 factores que denotan la difusión, acceso y capacidad de aprovechamiento de las TIC en el nivel nacional, lo cual permite comparaciones entre 167 países a través del tiempo.
- El nivel y la evolución en el tiempo del desarrollo de las TIC en los países y la experiencia de unos en relación con otros.
- Los progresos alcanzados en el desarrollo de las TIC en las naciones desarrolladas y en desarrollo.
- La brecha digital entre países, es decir, las diferencias que hay entre éstos según sus niveles de desarrollo de las TIC.
- El potencial de desarrollo de las TIC y la medida en que las naciones pueden aprovecharlas para mejorar su crecimiento y desarrollo.
El IDT se divide en tres subíndices: de acceso, de utilización y de aptitudes sociales; éstos co rresponden a distintos aspectos del proceso de desarrollo de la apropiación social de las TIC (ver cuadro 1). En este marco internacional de comparación que provee el ITU, México refleja un pobre desempeño, pues se encontraba situado en el lugar 95 en el 2015, con nueve naciones latinoamericanas por delante de él. El índice correspondiente a nuestro país era de 4.68, con lo cual se encontraba más cerca del último lugar mundial (3.51 puntos de distancia) que del primero (4.25 puntos). El IDT en México: planteamiento y cálculo El INEGI es la entidad oficial encargada de construir la información que permita la evaluación nacional sobre el estado que guardan las TIC y cómo se relacionan con nuestra situación económica y social; para ello, ha levantado la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) en dos ocasiones: 2015 y 2016; en este trabajo emplearemos la primera, publicada en el 2016 (INEGI, 2016c). Con base en la ENDUTIH 2015 y con la metodología del ITU llevamos a cabo un ejercicio estadístico de construcción de un índice al que le llamamos de desarrollo de TIC México (IDTMex). Este ejercicio no es inédito ya que, en el 2015, Wilfrido Ruiz (2015) elaboró un IDT por entidades federativas que utilizó información del 2010.
Su metodología es similar a la nuestra, pues emplea la conceptualización del ITU al construir su índice mediante tres componentes: capital humano, infraestructura y resultados; sin embargo, utiliza 25 variables. El resultado difiere del que aquí presentamos salvo en los estados de los dos extremos, donde existe coincidencia: por una parte, Ciudad de México y Nuevo León ocupan los lugares con mayor avance en el índice y, por la otra, Chiapas, Oaxaca y Guerrero están en los sitios más bajos.
En esencia, el índice de Ruiz y el nuestro miden el mismo fenómeno, pero con diferente nivel de complejidad 4 y con datos de años diferentes. La base de microdatos de 80 125 hogares y de las 292 055 personas que en ellos habitan la procesamos por municipio y, a partir de allí, por estado, con el fin de tener los índices equivalentes a los que utiliza el ITU en sus comparaciones internacionales: obtuvimos resultados para 843 municipios y 32 entidades.
- Acceso a las TIC.
- Utilización de las TIC.
- Capacidades sociales para las TIC.
El primero de ellos hace referencia a la infraestructura para el acceso digital, tomando a los hogares como unidad de muestreo; los dos últimos se refieren al acceso y a las capacidades de las personas que se muestrearon. El IDTMex se forma por tres factores con participaciones similares a las que describe el IDT como referencia de un ejercicio internacional; la principal diferencia es en cuanto a las participaciones de los subfactores para formar los factores.
Esta segunda condición obedece a la disponibilidad de información en la ENDUTIH 2016 como insumo de datos. El factor acceso aporta 40% del valor máximo que puede alcanzar el IDTMex; es decir, cuatro de los 10 puntos máximos los da la evaluación de acceso. A su vez, se integra por cuatro subfactores con pesos similares dentro del factor (25% cada uno).
La información para el cálculo de los cuatro subfactores se recupera de la ENDUTIH 2016, en específico de la sección del cuestionario enfocada a Hogares, a partir de las siguientes especificaciones: Subfactor 1. Porcentaje de hogares con telefonía fija.
- Se retoma la pregunta P4_1_2 excluyendo de la muestra a los cuestionarios que no reportan respuesta a la pregunta.
- Subfactor 2.
- Porcentaje de hogares con acceso a celular ( smartphone ).
- Se toman en cuenta las respuestas a la pregunta P4_1_9B, considerando la condición de que el instrumento en cuestión esté generalmente disponible para cualquier integrante del hogar; esa condición se determina con las respuestas a la pregunta P4_1_9C.
Subfactor 3. Porcentaje de hogares con computadora (PC o laptop ). Se calcula con la información de las preguntas P4_2_1 y P4_2_2 que aluden a tener alguno o ambos tipos de computador en casa, definidas en función de si se encuentran separados o integrados físicamente el teclado, monitor y CPU.
- Subfactor 4.
- Porcentaje de hogares con acceso a internet.
- La información agrupada y analizada proviene de las respuestas a las preguntas P4_5 y P4_5A; la primera hace referencia a la presencia o no de algún tipo de infraestructura que permita el acceso a internet; la segunda, a la condición de que dicho acceso esté disponible para cualquier integrante del hogar.
El factor utilización también aporta 40% del valor máximo del IDTMex; sus subfactores son tres y cada uno de ellos da un peso similar (33.33%) para formarlo. La información del subfactor 5 corresponde al apartado Residentes del cuestionario aplicado en la ENDUTIH, mientras que los subfactores 7 y 8, de la sección Hogares,
- Las especificaciones en cuanto al origen de los datos son: Subfactor 5.
- Porcentaje de población que utiliza internet.
- La pregunta 3.8 de la base de microdatos aporta la información respecto a qué residentes del hogar han hecho uso de internet durante los 12 meses anteriores a la Encuesta.
- Subfactores 6 y 7.
Porcentaje de población con conexión alámbrica e inalámbrica. Por la configuración de la Encuesta, la información que se retoma proviene de la sección Hogares, específicamente de la pregunta P4_6, tomando en cuenta el número de integrantes del hogar 5 para poder obtener el porcentaje de población que cuenta con alguno de los tipos de conexión o ambas.
Si se tiene acceso en las dos, se contabilizan los integrantes tanto en una como en otra. Por último, el factor capacidades aporta 20% al IDTMex y contiene tres subfactores con pesos similares dentro de él, los cuales se forman a partir de información del apartado Residentes de la ENDUTIH, bajo los siguientes criterios: Subfactor 8.
Tasa de alfabetización en adultos. Ya que la Encuesta no refleja datos específicos al respecto, se utiliza una variable proxy, Se filtra primero a los residentes de edad mayor o igual a 18 años y que tengan como grado mínimo de estudios la educación primaria.
- Subfactores 9 y 10.
- Porcentaje de población mayor a 18 años de edad con estudios secundarios (nivel bachillerato) y porcentaje de población mayor a 23 años de edad con estudios terciarios (nivel superior).
- Se toman en cuenta la pregunta 3.4 (para determinar los rangos de edad en cuestión de los residentes entrevistados) y la 3.5 (para determinar el nivel de estudios alcanzado).
En todos los casos, la elaboración de indicadores toma en cuenta el factor de expansión especificado en la Encuesta para cada respuesta y encuesta levantada. A partir de los datos que nos interesaban de la ENDUTIH (2016) para construir los 10 subfactores listados en el cuadro 4, la ecuación 1 fue utilizada para los primeros cuatro ( acceso ) y la 2, para los otros seis ( utilización y capacidades ): donde: sf m k = subfactor de característica k en el municipio m, k = variable dicotómica con 1 como respuesta afirmativa. H n k = hogar de la muestra n que presenta la característica k, FE n H = factor de expansión correspondiente al hogar encuestado n, donde: F m K = factor del conjunto de características k en el municipio m, K = conjunto de características evaluadas: acceso, utilización y capacidades, w k = peso de cada característica k en F K A partir de los factores se obtuvo el IDTMex para cada municipio de la siguiente manera: donde: W K = peso del factor K en el IDTMex. Por último, se calculó el indicador para cada una de las entidades del país (e) usando la expresión 5: Valor del IDTMex para cada uno de los estados de la República Mexicana El IDTMex nos permite la comparación entre las entidades del país para proponer una geografía de desarrollo de las TIC a nivel nacional, la cual arroja información interesante: existen estados como Chihuahua, Guanajuato o Querétaro (con importantes características de crecimiento industrial y económico en general) que están en la parte baja del índice que construimos.
En cambio, entidades como Quintana Roo y Campeche, del sureste, tienen valores superiores. Ello nos sugiere que, en materia de desarrollo y apropiación social de las TIC, México no tiene, de forma necesaria, la misma geografía que en los indicadores comúnmente utilizados y que dividen al país en una región norte moderna y con mayor desarrollo y una sur tradicionalista y de bajo desarrollo.
En el cuadro 5 y la gráfica 1 se muestra el valor del índice por estado y, como consecuencia, una clasificación en que agrupamos a entidades según los niveles alto, medio alto, medio bajo y bajo.6 En los tres cuadros siguientes (6, 7 y 8) se muestra el valor de los tres subfactores del índice por estado, colocando en cada cuadro solo a las entidades que rebasan el valor promedio de cada uno, es decir, son las de la parte alta de la clasificación de cada subfactor. Queremos advertir sobre tres hechos que se muestran al comparar los tres cuadros:
- Solo cinco entidades (Ciudad de México, Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora) aparecen de modo simultáneo en la parte alta de las tres clasificaciones, es decir, tienen alto nivel en acceso, utilización y capacidades,
- Hay siete estados que aparecen en la parte alta en dos listas (Coahuila de Zaragoza, Colima, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Quintana Roo y Tamaulipas). De modo coincidente, son entidades bien clasificadas en acceso y utilización, pero no en capacidades.
- Dos estados (Aguascalientes y Tabasco) cuentan con niveles altos en capacidades, sin embargo, no tienen ni acceso ni utilización en niveles altos.
En porcentaje de la población nacional, los 14 estados que aparecen en los niveles más altos representan 35.1% y Ciudad de México, Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora (que aparecen de modo simultáneo en la parte alta de las tres clasificaciones), 15.7 por ciento.
Éstas son las dimensiones de la brecha digital en México. IDTMex y su relación con estructuras productivas locales El IDTMex, como vector de la apropiación social de tecnologías digitales, ayuda a aterrizar a nivel local la tendencia general de terciarización de la economía mexicana. El resultado de esta regionalización del fenómeno consistiría, sin duda, en poder generar una mejor comprensión de la geografía económica mexicana a la luz de la reestructuración productiva en una vertiente analítica que fuese capaz de incorporar el fenómeno de terciarización avanzada a la problemática del desarrollo regional.
Tomemos en cuenta que, si bien la manufactura es de amplia difusión en la geografía nacional (14 entidades representan 85% de la producción manufacturera), en los servicios avanzados tan solo Ciudad de México significa 67.3%; si agregamos a Nuevo León, Coahuila de Zaragoza y Jalisco, entonces tendremos 85% de representatividad nacional.
Sin embargo, en perspectiva temporal, ha habido un importante crecimiento de los servicios avanzados en los distintos estados; es decir, en un contexto en el cual por razones del desarrollo económico centralizado del país éstos se concentran en Ciudad de México, se ha producido una expansión de estas actividades a nivel regional.
Si lo comparamos, entonces, con la manufactura a nivel regional, podemos decir que los servicios avanzados han sido más dinámicos. Por ello, nuestro foco de atención se encuentra en la emergencia de los servicios avanzados como indicadores de una nueva fase de avance en términos del desarrollo local.
Las capacidades en materia de las TIC (prácticas digitales de las personas y la infraestructura digital disponible para ellas), tal como las miden los diferentes indicadores de la brecha digital, deben ser confrontadas con el aporte de los servicios avanzados al perfil productivo local. Es en este grupo de actividades laborales en el cual las calificaciones digitales generales de las personas se ponen en práctica como parte de su quehacer específico.
A falta de estudios de trayectorias formativas y laborales que corroboren y dimensionen esta relación entre competencias digitales y trabajo de servicios avanzados, nuestra relación entre el IDTMex y la estructura laboral muestra que es positiva. La aproximación estadística consiste en correr regresiones entre el IDTMex y la estructura laboral (proporción de personal ocupado en manufactura, servicios avanzados y servicios no avanzados por separado).
- No guarda relación con la manufactura.
- Está relacionada de manera positiva con los servicios avanzados.
- Está relacionada de forma negativa con los servicios no avanzados.
Si bien los resultados del IDTMex no presentan relación con el porcentaje de personal ocupado en manufacturas, no es así con el relacionado con los servicios. La gráfica 3 indica una relación directa entre ambos indicadores usando los datos de los Censos Económicos 2014 publicados por el INEGI. De igual forma, se realiza el ejercicio respecto al porcentaje de personal ocupado en servicios no avanzados (%_PO_SNA). Los resultados indican, también, significancia estadística respaldada en las mismas pruebas antes mencionadas; sin embargo, la capacidad explicativa es mucho menor, una R cuadrada de apenas 16% (ver gráfica 4 y cuadro 10). Al incluir al IDTMex y el %_PO_SNA como determinantes del %_PO_SA (ver cuadro 11), se obtienen las relaciones o signos esperados; de manera conjunta, se tiene un modelo estadísticamente sig nificativo (Prueba F); sin embargo, el porcentaje de personal ocupado en servicios no avanzados no es significativo individualmente (prueba T). Finalmente, en la gráfica 5 se observa una trayectoria cuadrática que define de mejor manera la relación entre el IDTMex y el %_PO_SA, misma que se confirma al formalizar la relación estadística. Los resultados se muestran en el cuadro 12 e indican significancia estadística, conjunta e individual, tanto para el valor de IDTMex cuadrado, lineal y la constante, alcanzando una capacidad explicativa de la varianza del %_PO_SA de 62 por ciento. La parábola encontrada abre hacia arriba y el punto de inflexión o vértice se encuentra en el punto donde el IDTMex alcanza un valor de 2.92. Por lo tanto, se puede afirmar que alrededor de ese nivel se encuentra el mínimo para que las variaciones del mismo tengan efectos positivos sobre el %_PO_SA.
Conclusiones La brecha digital, como constructo e instrumento de evaluación, está vinculada a la problemática del desarrollo local en su dimensión social y económica. Por lo tanto, es un tema en constante dinamismo y que no depende exclusivamente de la actividad pública promotora de las TIC y de las capacidades comerciales de las empresas de TIC.
Las expectativas de un país siempre serán las de disminuir la brecha digital en el tiempo tanto en una comparación internacional como en la estructura interna. Los datos internacionales ubican a México en situación de estancamiento. Estudios que citamos muestran que, desde inicios del siglo, sigue siendo un país que no ha logrado vincular su gran tamaño económico con su apropiación y uso de las TIC por parte de la población.
El primer objetivo de este trabajo, el cálculo de la brecha digital en los distintos estados de la República, nos permitió una mirada transversal a nivel local. La evaluación de la brecha digital interna se realizó mediante el IDTMex con base en una metodología internacional y adaptado a la disponibilidad de información nacional para el 2015.
Este índice muestra la disparidad entre los distintos estados de la nación. La jerarquización de los estados que arroja el IDTMex confirma los lugares extremos que corresponden en general a la geografía económica y social de México, pero también arroja interesantes resultados en el espacio medio, donde hay entidades de relevancia por su crecimiento reciente que, sin embargo, son débiles en materia de sociedad de la información.
En el segundo objetivo, evaluar la consistencia del índice con las condiciones locales del desarrollo tomando como una dimensión de éste a las estructuras laborales también locales (manufactura, servicios avanzados y servicios no avanzados) en el contexto de las corrientes analíticas de la terciarización de la economía, el índice mostró una relación positiva con los servicios avanzados, el de mayor importancia en términos de productividad y de habilidades de digitofactura (Micheli, 2012); en otras palabras, la configuración regional de la brecha digital en México está explicada, entre otros factores aquí no analizados, por la estructura laboral y el papel que tienen en ella los servicios avanzados.
La relación en el ámbito local entre un nivel alto de acceso, utilización y capacidades de las TIC y los empleos en servicios avanzados genera de forma necesaria una alerta de oportunidad para la política del desarrollo: la promoción de las actividades económicas típicamente tecnologizadas y basadas en el conocimiento (como las de servicios avanzados) debe estar unida a la expansión de la infraestructura de las TIC.
Disociar o ignorar la parte de la estructura laboral —que es reflejo de la económica— de la evaluación de la sociedad de la información puede ser un error que no permita el aprovechamiento de la brecha digital como instrumento de desarrollo. La actual ubicación internacional de México —más cerca de los países de mayor atraso económico que de los de mayor desarrollo— será mejorada en la medida en que los niveles locales se inscriban en un círculo virtuoso de economía basada en servicios avanzados y sociedad de la información.
Éste sería un paradigma moderno, basado en la economía digital, para las demandas del desarrollo en nuestra estructura socioeconómica que es, en la actualidad, muy desigual, pero con potencialidades. _ Fuentes AMIPICI. Estudio sobre los hábitos de internet en México 2016.2016 (DE) consultado el 2 de julio de 2017 en https://www.amipci.org.mx/images/Estudio_Habitosdel_Usuario_2016.pdf Anselin, L., I.
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- Octubre, 2011, citado en CEPAL, 2016.
- 1 Citando a Brian Arthur (CEPAL, 2016, p.13) señala: “La magnitud de los cambios se aquilata perfectamente en las siguientes consideraciones de Brian Arthur, expresadas ya en 2016: La segunda economía (la digital) es una capa neural de la economía física ().
La segunda economía no es un pequeño aditamento. En dos o tres decenios, será mayor que la economía física (). No tiene una cota superior, no hay un punto en el que termine (). Sería fácil subestimar la magnitud del cambio que provocará”.2 Esta gran agrupación de servicios contiene a la producción de software, lo cual es una razón importante para considerarla como servicio avanzado en los términos que nos interesan.3 Sobre la caracterización del consumo de internet, el organismo internacional señala: “El consumo privado representa la parte más significativa del aporte de Internet al PIB.
- Esta contribución es proporcionalmente mayor en las economías emergentes.
- En el consumo relacionado con Internet, las redes sociales, los juegos, las comunicaciones y el comercio electrónico son las actividades más fáciles de adoptar por los usuarios.
- En las economías avanzadas, la contribución de Internet mediante sus efectos en la inversión privada y el gasto público es más significativa debido a una mayor adopción tecnológica por las empresas y los gobiernos” (CEPAL, 2016 p.19).4 El índice calculado por Ruiz (2015) tiene mayor complejidad, pues se nutre de 25 variables, en tanto que el nuestro, de 10.
Aquí cabe mencionar ventajas y desventajas de ambos: por una parte, la aspiración de la inferencia estadística es identificar comportamientos con el menor número de variables posible, es decir, un ejercicio de estilización en que se pueda decir lo más con lo menos; por la otra, la utilización de un número grande de variables asegura mayor riqueza factual incorporada al instrumento de medición.
En lo primero se corre el riesgo de no incorporar alguna variable que sea significativa; en el segundo, el riesgo es la autocorrelación posible, no solo en términos estadísticos sino en económicos o sociales.5 Por ello, la diferencia con la metodología del IDT que refiere a abonados a la banda alámbrica fija e inalámbrica y, en el caso del IDTMex, hace alusión al porcentaje de población en tales condiciones.6 Esta clasificación se obtiene mediante el análisis exploratorio de datos espaciales usando el sistema de información geográfica GEODA, con su herramienta para calcular natural breaks que permite agrupar datos tomando en cuenta la mejor distribución según las cuatro clases mostradas; en general, consiste en dos pasos simultáneos: la minimización de la varianza dentro de cada grupo y la maximización de la varianza entre las medias de cada grupo respecto a la de los otros tres (Anselin, L., Syabri, I.
& Y. Kho, 2006)
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¿Qué características tiene la brecha digital?
La brecha digital es probablemente uno de los primeros conceptos con que se inicia la reflexión alrededor del tema del impacto social de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Desde entonces se percibe que estas tecnologías van a producir diferencias en las oportunidades de desarrollo de las poblaciones y que se establecerá una distancia entre aquellas que tienen o no tienen acceso a las mismas.
- Un enfoque que aporta a la discusión.
- Artículos relacionados:,El impacto socio político de Internet Desarrollo y solidaridad digital Para hacer una revisión histórica del concepto hay que recordar que, en general, la relación entre tecnología y desarrollo ha sido muy frecuentemente percibida como una relación lineal.
Inclusive, en los años 60-70, se propiciaron – al menos en Latinoamérica – una gran cantidad de programas nacionales con el apoyo de los organismos internacionales y bilaterales orientados a la “transferencia tecnológica” de los países desarrollados hacia los países pobres.
- Aunque en esta ocasión se referían principalmente a la transferencia tecnológica orientada a la producción industrial ya se suponía que la disponibilidad de tecnología produciría desarrollo.
- Cuando, alrededor del año 1978, en los países ricos se dio el auge del desarrollo informático se discutía sobre el impacto de esta tecnología en el desarrollo.
Con este propósito la UNESCO crea un organismo intergubernamental de informática (IBI) cuyo propósito es crear las condiciones para que los países pobres lograran su crecimiento informático y con eso se redujera la brecha con los países ricos. Es entonces desde la informática y no necesariamente desde la expansión de la Internet que se comienza a construir el discurso sobre la brecha digital.
La adopción de la informática por los países del Tercer mundo y la aplicación de una política en este ámbito les permitirá acceder al mismo nivel de desarrollo que los países industrializados. La experiencia de los países industrializados prueba que la informática, nacida del progreso, puede, a cambio, acelerar el desarrollo.
Si los países en desarrollo logran dominarla, puede incluso, gracias a una mejor administración de los recursos, contribuir a atenuar la brecha que los separa de los países poderosos” Este discurso se generaliza posteriormente con la expansión de la Internet.
- En el año 2000 en Okinawa, el G7 define como uno de sus principales nortes el desarrollo de la sociedad de la información (global information society) y crea la Dot Force con el propósito de integrar esfuerzos internacionales y encontrar maneras efectivas de reducir la brecha digital.
- Aunque ese documento no da una definición precisa de la brecha digital, se puede deducir que se entiende como la inclusión o exclusión de los beneficios de la sociedad de la información.
“Renovamos nuestro compromiso con el principio de inclusión: todo el mundo, donde sea que se encuentre, debe tener la posibilidad de participar; nadie debe quedar excluido de los beneficios de la sociedad de la información.” Otro hito en la construcción del concepto se da en la Cumbre de la Sociedad de la Información en Ginebra, 2003 cuyo tema de convocatoria es precisamente la reducción de la brecha digital.
- Se comprende que la misma se reducirá con el acceso a las TIC y con la creación de oportunidades digitales.
- En esta Cumbre se propone como estrategia la solidaridad digital de los países ricos con los países en desarrollo.
- Reconocemos que la construcción de una Sociedad de la Información integradora requiere nuevas modalidades de solidaridad, asociación y cooperación entre los ¬gobiernos y demás partes interesadas, es decir, el sector privado, la sociedad civil y las organizaciones internacionales.
Reconociendo que el ambicioso objetivo de la presente Declaración -colmar la brecha digital y garantizar un desarrollo armonioso, justo y equitativo para todos- exigirá un compromiso sólido de todas las partes interesadas, hacemos un llamamiento a la solidaridad digital, en los planos nacional e internacional.” Posterior a la Cumbre del 2003, se crea la UN ICT Task Force (Fuerza de Tarea de TIC de la ONU) que sustituye en cierta medida la Dot Force y cuyo objetivo principal es relacionar el uso de las TIC con la consecución de los objetivos del milenio también definidos por las Naciones Unidas.
Con este acercamiento se pretende explicitar cómo las tecnologías de información y comunicación pueden ser utilizadas como instrumento de desarrollo. Otro aspecto importante de rescatar de esta propuesta es que ya no se habla solamente de la Internet sino de otras tecnologías de información y comunicación como la telefonía móvil.
La UN ICT Task Force define la brecha digital de la siguiente manera: “En los últimos años, como consecuencia de que las tecnologías de la información y de la comunicación se han convertido en la columna vertebral de la economía de la información mundial y de que han dado lugar a la sociedad de la información, se ha puesto mayor atención a la diferencia de acceso a las TIC entre los países desarrollados y los países en desarrollo.
Esta diferencia se conoce como la “brecha digital”. Pero ¿qué tan grande es? ¿Está creciendo o se está reduciendo? Una manera significativa de medir esta diferencia de acceso a las TIC es estudiar las divergencias entre los países desarrollados y los países en desarrollo en lo concerniente a la introducción de diversos servicios de TIC (teléfono, teléfono celular, internet) y de computadoras portátiles, en la última década.
La diferencia se ha reducido visiblemente, con un progreso particularmente rápido en el sector de los teléfonos celulares y en el uso de internet.” La UIT convoca, en el 2004, al evento “Building digital bridges” en el cual se retoma el concepto de brecha digital a partir de las diferencias de conectividad, ahora incluyendo además la diferencia en las velocidades de conexión, entre el dial up y el wireless por ejemplo.
Los tres aspectos de la brecha digital También se posiciona en este evento de UIT que la brecha digital está basada en aspectos de acceso pero también en los relacionados con el uso de las TIC. Se proponen tres tipos de brecha digital: la de acceso, basada en la diferencia entre las personas que pueden acceder y las que no a las TIC ; la de uso, basada en las personas que saben utilizarlas y las que no ; y las de la calidad del uso, basada en las diferencias entre los mismos usuarios,
Como puede deducirse, el concepto de brecha digital se ha modificado a través del tiempo. En un principio se refería básicamente a los problemas de conectividad. Posteriormente, se empieza a introducir la preocupación por el desarrollo de las capacidades y habilidades requeridas para utilizar las TIC (capacitación y educación) y últimamente también se hace referencia al uso de los recursos integrados en la tecnología.
Así, el concepto de brecha digital incorpora los siguientes enfoques básicamente: a) El enfoque hacia la infraestructura : o sea, la posibilidad/dificultad de disponer de computadoras conectadas a la red mundial. Esto incluye también el problema de servidores y de backbones. De hecho, los países del sur siguen dependientes de los equipamientos del norte.
b) El enfoque hacia la capacitación : es decir, la capacidad/dificultad de usar estas tecnologías. Se empezó a contemplar que también existe una diferencia relacionada con las habilidades y capacidades para utilizar adecuadamente la tecnología y no solamente con la posibilidad de disponer de computadoras.
En este sentido, se comienza a desarrollar el concepto de alfabetización digital relacionado con el de brecha digital. c) El enfoque hacia el uso de los recursos : se refiere a la limitación/posibilidad que tienen las personas para utilizar los recursos disponibles en la red. En los últimos tiempos, se ha integrado en el concepto de brecha digital las posibilidades de utilizar la tecnología no ¬solamente para acceder a la información, el conocimiento sino también a un nuevo modo de educación y para aprovechar de las “nuevas oportunidades” como el desarrollo de los negocios, la atención médica en línea, el teletrabajo, el disfrute de nuevas formas de entretenimiento y ocio.
Basados en estos elementos, muchos de los organismos internacionales han definido una política de desarrollo orientada a la reducción de la brecha digital. Sin embargo, a pesar de la evolución en el concepto, se enfatiza principalmente en el desarrollo de la infraestructura tecnológica.
Las inversiones y las políticas nacionales para la reducción de la brecha digital siguen orientadas principalmente hacia el desarrollo de la conectividad. Una de las mejores maneras de concretar la comprensión de un concepto es la forma en que este se le valora. En este sentido, las más importantes mediciones de la brecha digital (e-readiness, UIT) están relacionadas con el grado de masificación del uso de las TIC entre países, regiones, grupos o personas y se mide por variables como la disponibilidad de computadoras, la densidad telefónica y la velocidad de acceso por persona.
Los imaginarios políticos de la brecha digital Es importante visitar estas definiciones porque son referentes para la conformación de las políticas nacionales de tecnología. Primero tenemos que tomar en cuenta el hecho de que, vinculados a la brecha digital, se mueven varios imaginarios sobre los cuales proponemos reflexionar.
La diferencia en el acceso a las tecnologías incrementará las diferencias sociales ya existentes. a) La ilusión de la relación causa-efecto Uno de los aspectos más delicados en la comprensión de la brecha digital es la relación de causalidad que subyace en propuestas como la del sitio de CMSI. “Se ha hecho cada vez más grande la brecha que separa el conocimiento de la ignorancia y los ricos de los pobres, tanto dentro de cada país como entre países” En las definiciones se establece una relación directa entre el acceso a la tecnología y las oportunidades de desarrollo (determinismo tecnológico), expresadas en mejores condiciones de bienestar, reducción de la pobreza y mejoramiento de la calidad de vida.
De la misma manera se establece lo contrario, es decir que un menor acceso a las TIC implicará mayores dificultades para mejorar las condiciones de vida. Sin embargo, esta relación causa-efecto no se explica y las consecuencias positivas y negativas que se producen directamente del acceso a la tecnología aparecen como una solución mágica.
Esta explicación causal implícita en el concepto oculta la complejidad de la brecha digital y la posible relación entre la incorporación de las tecnologías en las dinámicas sociales y la transformación social que implica. Para los grupos sociales que posicionan un nuevo entendimiento de este concepto, los factores que pueden potenciar el uso de la tecnología como instrumento de desarrollo son diversos, complejos y tienen interrelaciones entre sí que dependen del contexto, la cultura y la historia del grupo en el que estas se incorporan.
Entonces, se puede decir que las tecnologías de información y comunicación pueden ser un elemento que potencia del desarrollo, pero hacer efectivo este potencial depende de aspectos organizativos, de desarrollo de habilidades y capacidades, de acciones de integración dentro de la identidad cultural y social del grupo, de modificación de procesos sociales, entre otros.
Cuando un grupo social se apropia de la tecnología, es capaz no solamente de usarla para transformar sus propias condiciones de vida, sino que la transforma a ella misma por medio de procesos de innovación tecnológica con identidad social. b) Los “incluidos” de la sociedad de la información podrán participar en la construcción de una “nueva sociedad” Las TIC serán un elemento dinamizador fundamental en la sociedad.
Por consiguiente quienes, individual y colectivamente, logren desarrollar la infraestructura y las capacidades para utilizarlas serán privilegiados, tendrán mayor capacidad de decisión e influirán la construcción de esta “nueva sociedad”, c) La brecha digital resulta de las brechas sociales Esta percepción basada en la relación causa-efecto oculta la relación dinámica y dialéctica entre la brecha digital y las otras brechas sociales.
Se suele considerar que la diferencia en el acceso a las tecnologías incrementará las diferencias sociales ya existentes. Es decir, que la brecha digital implicará más desarrollo en los países, regiones y personas con mejores oportunidades de acceso en detrimento de quienes tienen menos. Esta diferencia se hará evidente no solo entre países, sino también dentro de cada país privilegiando a las poblaciones con mejores condiciones económicas, políticas, sociales y culturales.
Por cierto, la brecha digital es producto de las brechas sociales producidas por las desigualdades económicas, políticas, sociales, culturales, de género, generacionales, geográficas, etc. d) Una sola brecha digital – una sola solución Uno de los aspectos más relevantes del concepto que se analiza es que expresa unicidad.
Se habla de la brecha digital en el mundo entero, como si existiera solo una y como si tuviera las mismas características en cualquier tiempo o espacio social. Este es uno de los aspectos más fuertes del imaginario que está detrás de la definición. El problema de hablar de la brecha como una sola es que, entonces, se buscan soluciones únicas y generalizables.
En realidad se debería de hablar de las brechas digitales, dadas por la condición de género, edad, cultural, localización geográfica o socioeconómica y por las combinaciones entre estos factores. De esta manera, el abordaje conceptual, metodológico y los recursos y acciones para enfrentarlas estarían relacionados con las condiciones específicas de las mismas.
- E) La brecha digital no aparece por sí misma Otro de los aspectos que se destacan es el carácter ahistórico del concepto.
- En general, si se estudian los discursos tradicionales relacionados con el tema de la sociedad de la información llama la atención que la mayoría de ellos no relatan la historia que da surgimiento a la misma.
En general, da la sensación de que la sociedad de la información aparece sin que sea producto de una dinámica social y un proceso histórico. Parece como si la sociedad de la información se construye a partir de la incorporación de las tecnologías y no a partir de las realidades estructurales y las contradicciones existentes.
- En este sentido, se entiende como una brecha producida por los aspectos tecnológicos, y estos aparecen en el discurso como neutrales.
- F) La individualización Otro de los imaginarios que rodean este concepto es la individualidad.
- Al realizar las mediciones de la brecha digital basándose en la relación entre población conectada y población desconectada se estimula un uso individual de la tecnología.
Ya de por sí, se ha estimulado el uso individualizado de la computadora en la escuela, la empresa, el Estado y otros espacios donde esta se ha integrado como parte de los recursos cotidianos. Son poco generalizadas las acciones que tratan de establecer usos colectivos de las TIC.
Pero adicionalmente a esto, el concepto de brecha digital analiza la disponibilidad individualizada partiendo del supuesto de que el beneficio de una computadora es para una persona. Desde algunos esfuerzos de la sociedad civil, como los telecentros o los puntos de acceso comunitario, la reducción de las brechas digitales y la medición de las mismas se basan en los usos colectivos de los equipos de cómputo y estimulan y comprenden los beneficios grupales de los mismos.
La brecha digital debería referir a las capacidades/dificultades que tiene un grupo social de utilizar las TIC como recurso común para el desarrollo de la colectividad y la transformación de las condiciones de vida de sus integrantes. g) Las nuevas brechas digitales Hasta este momento se habla de la brecha digital como la diferencia que produce en el desarrollo el tener acceso o no a las tecnologías.
- Sin embargo, nuevas brechas digitales van apareciendo a medida que las TIC se incorporan en la vida social.
- Ya no se trata únicamente de un problema de tener acceso o no, sino de las diferencias que aparecen entre quienes ya tienen conexión.
- No todos los que disponen de conexión tienen posibilidades de desarrollar sus capacidades y habilidades para el teletrabajo, por ejemplo.
Y nuevamente, no por la tecnología misma, sino porque las condiciones que se requieren para integrarse en esta nueva fuerza laboral como una educación bilingüe, un alto manejo tecnológico, capacidades de interacción multicultural, condiciones de inestabilidad, aptitud para trabajar de manera aislada y tomar mayores responsabilidades vinculadas al teletrabajo, entre otras, son costosas y difíciles de adquirir y por consiguiente no pueden ser asumidas por la mayoría de la “población conectada”.
O tampoco por ejemplo, todas las empresas locales a pesar de tener conexión, podrán aprovechar las ventajas de la comercialización en línea o podrán incorporarse en las redes productivas multinacionales. Nuevamente no es el aspecto tecnológico el que las limita sino las condiciones económicas, sociales y culturales en las cuales se desenvuelven y las posibilidades de desarrollar capacidades y transformar sus procesos productivos.
Agregando a esta reflexión se deja mencionada la gran discusión sobre propiedad intelectual donde se juega el futuro del conocimiento como derecho privado o colectivo y que tiene la potencialidad de abrir nuevas brechas relacionadas con el acceso, uso y producción del conocimiento y la información que viaja por la red.
Con la inserción de las tecnologías en la vida cotidiana aparecerán nuevas brechas digitales que se refieren a las posibilidades reales de aprovechamiento de las mismas, principalmente entre la clase media que aunque tiene mejores condiciones de acceso que las clases más populares, no siempre tiene todos los recursos para desarrollar las capacidades y habilidades que les permitan aprovecharlos para transformar las condiciones actuales.
h) Inversión focalizada en infraestructura Si se aborda la brecha digital bajo el supuesto de causalidad es posible que los Estados, los organismos internacionales y algunas instancias de la sociedad civil orienten los esfuerzos y recursos directamente al desarrollo de la infraestructura y en algunos pocos casos a procesos de capacitación técnica básica.
Invertir en estos aspectos tiene además la ventaja, para quienes lo hacen, de que es fácil hacer evidente el destino de los recursos (en computadoras, laboratorios, conexiones, líneas, etc). Se supone que una vez que se ha desarrollado la infraestructura el resto de los beneficios vendrán luego; se desatarán mágicamente.
i) La brecha digital como negocio La brecha digital entendida como brecha tecnológica únicamente y basar su solución principal en el desarrollo de la infraestructura es sumamente conveniente para las grandes empresas de telecomunicaciones y las productoras y comercializadoras de equipo de cómputo.
- La inversión social que implica abordar integralmente las brechas digitales, por medio de procesos de fortalecimiento organizativo y de desarrollo de capacidades, no representan un negocio tan importante como si es la venta masiva de conectividad y computadoras.
- J) La brecha digital – un espejismo La discusión sobre la sociedad de la información y el conocimiento ha estado bastante concentrada en el tema de la brecha digital y cómo reducirla.
Esto provoca un espejismo ya que disimula o minimiza la discusión sobre los otros aspectos que implica la sociedad de la información y el conocimiento como creación de empleo y cambios de condiciones de trabajo en relación con las TICs, transformación de los modelos económicos y de creación de valor, los aspectos legales, la nueva educación, la propiedad intelectual, el conocimiento abierto etc.
- Participar en los procesos de apropiación social de la tecnología La sociedad civil organizada, así como diferentes investigadores y académicos, han propuesto nuevas comprensiones de este concepto, haciéndolo más complejo y poniéndolo en contextos.
- Una de las manifestaciones más claras de estas propuestas se da dentro del marco de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información en Ginebra, 2003 donde la sociedad civil tuvo un papel fundamental posicionando nuevas comprensiones y conceptos que fueron desarrollados a través de procesos participativos durante los meses anteriores a este evento.
El tema de la brecha digital también fue redefinido por la sociedad civil como puede deducirse de la declaración final de la sociedad civil. “Consideramos que las tecnologías pueden utilizarse como medios fundamentales, y no así como fines en sí mismas, por lo cual reconocemos que reducir la brecha digital es un paso más, entre otros, en el camino para conseguir el desarrollo en favor de todos y todas.
- La desigual distribución de las TIC y la falta de acceso a la información que tiene una gran parte de la población mundial, fenómenos que suelen denominarse brecha digital, son de hecho una expresión de nuevas asimetrías en el conjunto de brechas sociales existentes.
- Éstas incluyen las brechas entre el Norte y el Sur, los ricos y los pobres, los hombres y las mujeres, las poblaciones urbanas y rurales, aquellos que tienen acceso a la información y aquellos que carecen del mismo.
Dichas disparidades pueden verse no sólo entre las diferentes culturas, sino también dentro de las fronteras nacionales. La comunidad internacional debe ejercer su poder colectivo para garantizar que los Estados adopten medidas con el fin de reducir las brechas digitales nacionales.” Desde estos grupos se comprende la brecha digital a partir de las condiciones que tienen que desarrollarse para la apropiación de las tecnologías y para la incorporación de las mismas como una herramienta que debe ser integrada en la vida cotidiana para transformar las realidades en un proceso continuo.
- Un reflejo de esto es lo expresado por Jean-François Soupizet “La mínima capacidad de apropiarse de las tecnologías de la información y de la comunicación en un contexto estructural de innovaciones sucesivas es lo que hace la diferencia.
- En efecto, en un mundo en plena globalización, este retraso amenaza con agudizar el resto de disparidades, razón por la cual se presta especial atención a la brecha digital.” Otra referencia a esta comprensión del concepto se puede encontrar en la comunidad virtual Mística que tiene la virtud de unir las experiencias y los pensamientos de investigadores y actores de la sociedad civil latinoamericana.
“La brecha digital es una expresión de las brechas sociales. Para comprenderla es necesario analizar las condiciones de acceso, uso y apropiación social de las mismas y no solamente reducir su comprensión a la infraestructura y conectividad.” Cambiar de perspectiva para que las tecnologías estén al servicio de las sociedades.
Partiendo del análisis del concepto y de las opciones presentadas desde la sociedad civil, se propone una nueva acepción al concepto que vaya en el siguiente sentido: Las brechas digitales están dadas por las posibilidades o dificultades que tienen los grupos sociales de aprovechar colectivamente las tecnologías de información y comunicación para transformar la realidad en la que se desenvuelven y mejorar las condiciones de vida de sus integrantes.
Se propone que para hablar de brecha digital y de las estrategias para enfrentarla se parta de la sociedad que soñamos y no de la tecnología. Y que una vez definida la utopía se reflexione de cómo las tecnologías pueden contribuir para alcanzarla. Por ejemplo, se habla de la solidaridad digital como estrategia de reducción, sin embargo, la reflexión debería estar centrada en cómo las tecnologías pueden apoyar la construcción de sociedades solidarias y qué condiciones requieren los grupos sociales para utilizar las TIC para llegar a esta aspiración.
- Definitivamente este cambio de enfoque transforma a su vez la comprensión de lo que es la brecha digital.
- Notas y referencias Unesco-IBI.
- Rapport général de la conférence Stratégies et politiques informatiques nationales, Torremolinos, 1978, p.17.
- Grupo de los 7, luego de los 8, G8.
- G7, Okinawa Charter on Global Information Society, Okinawa, July 22, 2000.
http://www.g7.utoronto.ca/summit/2000okinawa/gis.htm Declaración de principios CMSI, Ginebra, 2003 http://www.itu.int/wsis/docs/geneva/official/dop-es.html http://www.unicttaskforce.org/perl/documents.pl?id=1385 http://www.itu.int/digitalbridges/docs/Abstract-BDB.pdf http://www.itu.int/digitalbridges/docs/presentations/02-Cho-Background.pdf ITU Digital Access Index: World’s First Global ICT Ranking Education and Affordability Key to Boosting New Technology Adoption http://www.itu.int/newsarchive/press_releases/2003/30.html ¿Por qué una Cumbre sobre la Sociedad de la Información? http://www.itu.int/wsis/basic/why-es.html “El poder acceder a las tecnologías de información y comunicación es un requisito importante para participar de una sociedad cada vez más dependiente de la tecnología” (CristiAn Fuenzalida) http://www.dcc.uchile.cl/ cfuenzal/brecha_digital.html Construir sociedades de la información que atiendan a las necesidades humanas : Declaración de la sociedad civil en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, Adoptada por unanimidad en Plenaria por la sociedad civil de la CMSI el 8 de diciembre de 2003.
- Http://alainet.org/active/show_news.phtml?news_id=5145 Soupizet, Jean-François.
- La fracture Numérique Nord Sud, Édition Economica, Paris.
- Http://www.funredes.org/mistica *Kemly Camacho es ingeniera en computación y Licenciatura en antropología.
- Posteriormente realizó una maestría en evaluación de programas y proyectos de desarrollo.
Actualmente es doctorando de la Universidad Abierta de Cataluña en el programa interdisciplinario sobre la sociedad de la información y el conocimiento. Actualmente Camacho coordina los programas regionales para Latinoamérica, Africa y Asia del secretariado Internacional del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá que trabaja los temas de las tecnologías de información y comunicación e intercambio de conocimiento, Bellanet.
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¿Cómo afecta la brecha digital en la educación?
La definición de Brecha Digital va más allá de la falta de recursos y herramientas tecnológicas, la situación de la Brecha digital tiene que ver principalmente con aspectos educativos, requiere de un uso pedagógico para la obtención de aprendizajes significativos, esto depende de un proceso de desarrollo e inclusión de
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¿Qué es la brecha digital en la educación?
¿Qué es la brecha digital? – Como bien comentan nuestras ponentes, podemos definir el concepto de brecha digital, o brecha tecnológica, como la desigualdad que experimentan las personas para acceder a la información, el conocimiento y la educación mediante las nuevas tecnologías.
Aunque el término brecha digital se relaciona con el acceso a internet, es importante puntualizar que el concepto también engloba otros factores, como el acceso a dispositivos y herramientas, o el nivel y la calidad de la competencia digital de la persona. La brecha digital varía enormemente a nivel global, y tiene un mayor impacto en las comunidades más vulnerables,
“Este acceso es un requisito muy importante para participar en esta nueva sociedad del conocimiento”, nos dice Cristina, “y en el futuro, el acercarnos a la tecnología, o disminuir la brecha digital, va a ser un bien básico común.”
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¿Qué es el Plan brecha digital Cero 2022 2025?
Lanzamos el Plan Brecha Digital Cero para que todas y todos tengan acceso a conectividad independiente del lugar en que viven La ministra Secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo y el subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya, lanzar este martes el Plan Brecha Digital Cero 2022-2025, en la comuna de Cerro Navia. El plan tiene como objetivo central que todos los habitantes del país tengan acceso a conectividad independiente del lugar del país en que viven o de las posibilidades económicas que tengan,
En compañía del alcalde Mauro Tamayo y una veintena de vecinas y vecinos, las autoridades presentaron la iniciativa que se sustenta en cuatro ejes fundamentales, que apuntan a un trabajo multisectorial y enfocado en las zonas sin conectividad, donde los municipios serán centrales para levantar las necesidades en cada sector: regulación para la conectividad, infraestructura digital, proyectos de ley y conectividad para todos y todas,
“Durante la pandemia la realidad nos golpeó en la cara y vimos con claridad la brecha digital que golpea a nuestro país, que mantiene a miles de usuarios sin conexión y a otros con conexiones de mala calidad, que incluso, tal como lo vimos en los años anteriores, debían subirse a los techos de sus viviendas en búsqueda de conectividad.
A través de nuestro plan Brecha Digital Cero abordamos las diferentes dimensiones de este problema, donde nuestros esfuerzos en estos cuatro años estarán puestos en que si alguien no accede a internet sea porque no quiere y no porque no pueda”, señaló el subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya.
En la misma línea, la ministra Camila Vallejo sostuvo que ” Brecha Digital Cero busca que todos los habitantes de nuestro país puedan acceder a un internet de calidad a través de una inversión en infraestructura, con subsidios directos y con atención especial a las zonas rojas que en muchas ciudades aún están desconectadas y aisladas sin internet”.
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¿Qué es la brecha digital conclusion?
Aunque desde hace varios años un significativo número de autores y académicos advertimos los riesgos asociados a una creciente brecha digital en América Latina, este fenómeno se mantuvo por múltiples motivos relegado en las agendas informativas, corporativas y en algunos casos gubernamentales.
- No obstante, y como es frecuente en nuestra región, un acontecimiento relevante como la actual pandemia elevó este fenómeno a “prioritario” ante las inocultables consecuencias sociales.
- ¿Por qué la brecha digital en Latinoamérica se convirtió en algo prioritario? Por: Gabriel E. Levy B.
- Galevy www.galevy.com Para Benjamin M.
Compaine, autor del libro The Digital Divide, el concepto de “brecha digital” se refiere a la división percibida “entre aquellos que tienen acceso a las tecnologías de la información y la comunicación contemporáneas y aquellos que no” y no se necesita ser un experto, para comprender que aquellos que no tienen este acceso, terminan quedándose en una evidente desventaja económica y social respecto de los demás.
- En términos prácticos, en el momento histórico actual, el principal factor determinante para medir la brecha digital, es la falta de acceso a Internet, ya sea por la ausencia de conectividad, la mala calidad de esta o por el desconocimiento en su uso.
- El reporte 2020 de Datareportal en asocio con Statistas, Globalwebindex: GSMA, “We Are Social” y Hootsuite, evidenció que, a nivel global, 4.500 millones de personas tienen acceso a Internet, lo que constituye un 59% de la población mundial, entendido en términos de brecha digital, que la proporción es equivalente a un “59/41”, es decir que alrededor de 3.200 millones de personas no tienen acceso a Internet en el mundo.
Los mejores indicadores se los lleva Europa en su conjunto con 90/10, aunque si reducimos la muestra exclusivamente a Europa Occidental la cifra sube a un 93/7. En el caso de América del Norte la proporción es 87/13, En América del Sur, alrededor de 120 millones de personas no cuentan con acceso a Internet en la región y 302 millones aproximadamente, si lo tienen.
- Esto pone a esta región del mundo por encima de la media mundial con un acceso del 70% y una proporción de brecha del 70/30,
- La cifra de centro américa y el caribe es similar con una proporción de 67/33.
- Si bien a simple vista las cifras de Latinoamérica no parecieran ser tan desalentadoras como las de África (27/73), existe otra variable decisiva y que no es tenida en cuenta en muchos de los informes y de las estadísticas: El ancho de banda que en términos simples se traduce en velocidad de conexión,
La banda ancha puede medirse ya sea por la velocidad promedio de transmisión de datos en Mega bites por segundo, o en algunos casos la medición puede ser asimétrica, evaluando solamente el canal de bajada o subida de la conexión, En el caso de América Latina, la mayor velocidad de acceso a Internet la reporta Uruguay y Chile, aunque se considera de acuerdo con el promedio de los estándares oficiales fijados por los gobiernos, que una conexión de Banda Ancha en la Latinoamérica es superior a 20 mbps ( Mega bites por segundo), mientras que en España o Corea del Sur debe superar los 100mbps,
Si bien el indicador oficial promedio en Latinoamérica oscila entre los 20 y los 25mbps, la realidad en la región dista mucho de los parámetros gubernamentales, El informe ” Estado de la banda ancha en América Latina y el Caribe”, presentado en 2018, desarrollado por la CEPAL y cofinanciado por la cooperación alemana, evidenció que ninguno de los países de América Latina alcanza a tener al menos un 5% de sus conexiones a Internet con velocidades superiores a los 20 megabits por segundo, mientras que, en los países desarrollados, en Europa y América del Norte, el porcentaje de conexiones que se aproximan al indicador medio de Banda Ancha (100mbps), es cercano al 50%, en cuanto el otro 50% navega en promedio a las velocidad máximas estandarizadas en Latinoamérica (25mbs).
En otras palabras, la banda ancha en América Latina es en Europa la Banda Estrecha y, aun así, el 95% de los habitantes de nuestra región no logra esta velocidad, El peor de los indicadores de velocidad en todo el continente, lo tiene Venezuela, cuyo registro es comparable con Afganistán o Argelia,
La Pandemia materializó con rostro humano las frías estadísticas La inesperada llegada de la pandemia del Covid19, obligó a la mayoría de los habitantes de Latinoamérica a entrar en un confinamiento obligatorio, al tiempo que Internet se convirtió en un recurso imprescindible para que las personas puedan continuar con su vida cotidiana, ya sea trabajando, estudiando o simplemente comunicándose, algo que no representó mayores traumatismo para los habitantes con ingresos suficientes en las grandes urbes, pero que en el caso de las familias por debajo de la línea de la pobreza, y zonas rurales, convirtió a la “Brecha Digital”, que hasta ahora solo parecía ser una fría estadística, en una realidad palpable, en donde millones de personas de un día para otro, se quedaron sin acceso al trabajo, a un tipo de comunicaciones, la salud, pero sobre todo a la educación.
Según las Naciones Unidas, 1,200 millones de niños en todo el mundo se han quedado sin ir a la escuela por la pandemia, En Perú los niños de la aldea Qhantati Ururi (Puno), deben caminar 15 km diarios —dos a tres horas aproximadamente— apoyados de sus padres para llegar a la zona radial del altiplano, para poder escuchar el programa radial promovido por el gobierno: “Aprendo en casa”.
Más del 80% de los niños que habitan zonas rurales en este país no tienen acceso a Internet, lo cual equivale a casi el 50% del total de la población infantil en edad escolar, En Ecuador apenas el 37% de las familias tiene acceso a internet, significa que 6 de cada 10 niños no pueden estudiar, según la Unicef por otro lado, más de un millón de niños y adolescentes solo en la zona del litoral de este país, no puede conectarse a los contenidos educativos digitales y muchos deben recorrer grandes distancias o pedir Internet prestado, un fenómeno que es cada vez más frecuente en la nación Andina,
En Costa Rica de acuerdo con cifras oficiales del Ministerio de Educación Pública (MEP), la mitad de los estudiantes no tienen acceso permanente a Internet, computadora, tableta o teléfono inteligente. Algunos reciben material vía WhatsApp, cuando pueden pagar por una recarga en un dispositivo electrónico,
En Argentina, según el informe “Desigualdades Sociales en Tiempos de Pandemia” del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), el déficit de acceso a la información en la infancia y adolescencia, evidenció que el 48,7% no tiene PC en sus casas y el 47,1% no tiene acceso a servicio de Internet,
El Rol de los gobiernos en la disminución de la Brecha Digital Aunque con una clara ventaja respecto de los demás países, Uruguay es la nación que más rápido venció las desigualdades provocadas por la brecha digital como parte de una política de estado promovida durante los gobiernos de Mujica y Vásquez, es necesario precisar que, en un país tan pequeño poblacional y geográficamente, esta era una meta posible de alcanzar en corto tiempo, algo que, sin duda, no es tan sencillo en el resto de los países de la región,
Al revisarse las políticas públicas en materia de conectividad, podría afirmarse que en términos generales la mayor parte de los gobiernos de la región vienen haciendo esfuerzos importantes para disminuir las brechas, una misión titánica que requiere de colosales inversiones para lograr avances en esta material, siendo posiblemente Colombia, el país que en la última década mayores esfuerzos e inversiones ha materializado y reportado, logrando importantes avances en un país que aún mantienen graves problemas de orden público y una geográfica particularmente hostil, situación que se repite de forma similar en muchas otras naciones de la región como El Salvador o México,
Estrategias claves para acelerar el cierre de la brecha en la región Si bien la disminución de la brecha digital demanda de colosales esfuerzos de múltiples sectores, públicos, privados y multilaterales, a lo largo de la última década las particularidades de la región han permitido identificar elementos claves, sobre los que ya se ha desarrollado una curva de aprendizaje, la cual no se debe perder de vista para garantizar una real disminución de la Brecha Digital, especialmente en el contexto de la presente pandemia y de otras futuras que probablemente llegarán en los próximos años:
Apropiación:
Tal y como lo afirmó el director de la CRC, Carlos Lugo Silva, en el panel virtual: “Desafíos Regulatorios Poscovid”, realizado por Comtelca y Andinalink hace algunos semanas: “De nada sirve conectar el 40% de los colombianos que aún no tienen internet, si esta conexión no ofrece un valor práctico y útil en su vida cotidiana”,
La apropiación social de la TIC es una dimensión necesaria para garantizar que las comunidades realmente se conecten con los eslabones de la cadena de la comunicación digital, pues de lo contrario, tal y como lo advertimos meses atrás en el artículo: “Las anecdóticas y desarticuladas políticas TIC”, las inversiones no logran el impacto esperado,
Es por esta razón que se hace indispensable que las inversiones en tecnología estén acompañadas de procesos sociales, pedagógicas y didácticos de apropiación social de las TIC,
Administración eficiente de los fondos universales:
Una de las principales conclusiones del Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones 2019 (CLT19), coorganizado por CAF – banco de desarrollo de América Latina-, es la necesidad de garantizar que los denominados fondos universales presentes en la mayoría de los países de la región, se administren de forma responsable, pero sobre todo eficiente: “Se propuso resolver cuellos de botella que permitan administrar con eficiencia los fondos, garantizando condiciones para que los mismos sean reinvertidos en los fines propuestos y no pasen a cubrir programas de los presupuestos generales.
Fortalecimiento de los pequeños y medianos ISP y WISP
Disminuir la brecha digital, no es necesariamente la prioridad de las grandes compañías de telecomunicaciones, cuyo legítimo interés, es la rentabilidad, lo cual en la mayoría de los casos riñe con los propósitos sociales para la disminución de la brecha digital,
Las grandes compañías multinacionales de las telecomunicaciones, presentes en la región, evitan su presencia en las zonas en donde los márgenes de utilidad están por debajo de sus expectativas comerciales, incluso en muchos casos si los rendimientos están por debajo de lo esperado, se retiran, prueba de ello es que la mayoría de las licencias de operación en toda América Latina para estas compañías, incluyen el 100% de los territorios nacionales, sin embargo como lo demuestran las cifras, su cobertura está principalmente concentrada en los centro urbanos,
A diferencia de las grandes compañías de Telecomunicaciones, en toda América Latina se encuentran miles de pequeños operadores denominados: ISP (Internet Server Provider) o WISP (Wireless Internet Server Provider), que en muy complejas condiciones prestan los servicios de acceso a sus comunidades, y mantienen su presencia incluso en zonas de orden público y de difícil acceso, convirtiéndose en los principales reductores locales de brecha digital, tal y como lo analizamos en su momento en el artículo: “Las Wisp disminuyen la brecha digital”,
Cooperación Internacional
América Latina en términos generales es una región con muchas necesidades y carencias, razón por la cual la ayuda de la cooperación internacional se convierte en un importante activo para la materialización de los planes y programas gubernamentales, al tiempo que su presencia fortalece los mecanismos de seguimiento, evaluación y auditoria, en aras de una mayor transparencia en la búsqueda y concreción de los objetivos propuestos,
En conclusión, la Brecha Digital es una de las mayores amenazas para el aumento de la pobreza y la desigualdad en toda la región, un fenómeno que se hizo visible con la coyuntura actual de la pandemia, dejando a millones de ciudadanos ya no solamente sin acceso a la conectividad, sino adicionalmente sin acceso a la educación, el trabajo, la salud y las telecomunicaciones.
Si bien existen importantes y constantes esfuerzos en políticas públicas tendientes a la disminución de las brechas en distintos países de la región, se hace necesario que estos esfuerzos se enfoquen en priorizar cuatro aspectos transversales: La apropiación social de las TIC, La Administración eficiente de los fondos Universales, El fortalecimiento de los pequeños y medianos ISP y Las alianzas con la cooperación Internacional, una fórmula que si logra articular estos cuatro ejes estratégicos de forma transparente, rigurosa y constante, permitirá a través de los esfuerzos gubernamentales y de la sociedad civil, disminuir estas inaceptables desigualdades sociales.
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¿Qué características tiene la brecha digital?
La brecha digital es probablemente uno de los primeros conceptos con que se inicia la reflexión alrededor del tema del impacto social de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Desde entonces se percibe que estas tecnologías van a producir diferencias en las oportunidades de desarrollo de las poblaciones y que se establecerá una distancia entre aquellas que tienen o no tienen acceso a las mismas.
Un enfoque que aporta a la discusión. Artículos relacionados:,El impacto socio político de Internet Desarrollo y solidaridad digital Para hacer una revisión histórica del concepto hay que recordar que, en general, la relación entre tecnología y desarrollo ha sido muy frecuentemente percibida como una relación lineal.
Inclusive, en los años 60-70, se propiciaron – al menos en Latinoamérica – una gran cantidad de programas nacionales con el apoyo de los organismos internacionales y bilaterales orientados a la “transferencia tecnológica” de los países desarrollados hacia los países pobres.
- Aunque en esta ocasión se referían principalmente a la transferencia tecnológica orientada a la producción industrial ya se suponía que la disponibilidad de tecnología produciría desarrollo.
- Cuando, alrededor del año 1978, en los países ricos se dio el auge del desarrollo informático se discutía sobre el impacto de esta tecnología en el desarrollo.
Con este propósito la UNESCO crea un organismo intergubernamental de informática (IBI) cuyo propósito es crear las condiciones para que los países pobres lograran su crecimiento informático y con eso se redujera la brecha con los países ricos. Es entonces desde la informática y no necesariamente desde la expansión de la Internet que se comienza a construir el discurso sobre la brecha digital.
“La adopción de la informática por los países del Tercer mundo y la aplicación de una política en este ámbito les permitirá acceder al mismo nivel de desarrollo que los países industrializados. La experiencia de los países industrializados prueba que la informática, nacida del progreso, puede, a cambio, acelerar el desarrollo.
Si los países en desarrollo logran dominarla, puede incluso, gracias a una mejor administración de los recursos, contribuir a atenuar la brecha que los separa de los países poderosos” Este discurso se generaliza posteriormente con la expansión de la Internet.
En el año 2000 en Okinawa, el G7 define como uno de sus principales nortes el desarrollo de la sociedad de la información (global information society) y crea la Dot Force con el propósito de integrar esfuerzos internacionales y encontrar maneras efectivas de reducir la brecha digital. Aunque ese documento no da una definición precisa de la brecha digital, se puede deducir que se entiende como la inclusión o exclusión de los beneficios de la sociedad de la información.
“Renovamos nuestro compromiso con el principio de inclusión: todo el mundo, donde sea que se encuentre, debe tener la posibilidad de participar; nadie debe quedar excluido de los beneficios de la sociedad de la información.” Otro hito en la construcción del concepto se da en la Cumbre de la Sociedad de la Información en Ginebra, 2003 cuyo tema de convocatoria es precisamente la reducción de la brecha digital.
Se comprende que la misma se reducirá con el acceso a las TIC y con la creación de oportunidades digitales. En esta Cumbre se propone como estrategia la solidaridad digital de los países ricos con los países en desarrollo. “Reconocemos que la construcción de una Sociedad de la Información integradora requiere nuevas modalidades de solidaridad, asociación y cooperación entre los ¬gobiernos y demás partes interesadas, es decir, el sector privado, la sociedad civil y las organizaciones internacionales.
Reconociendo que el ambicioso objetivo de la presente Declaración -colmar la brecha digital y garantizar un desarrollo armonioso, justo y equitativo para todos- exigirá un compromiso sólido de todas las partes interesadas, hacemos un llamamiento a la solidaridad digital, en los planos nacional e internacional.” Posterior a la Cumbre del 2003, se crea la UN ICT Task Force (Fuerza de Tarea de TIC de la ONU) que sustituye en cierta medida la Dot Force y cuyo objetivo principal es relacionar el uso de las TIC con la consecución de los objetivos del milenio también definidos por las Naciones Unidas.
Con este acercamiento se pretende explicitar cómo las tecnologías de información y comunicación pueden ser utilizadas como instrumento de desarrollo. Otro aspecto importante de rescatar de esta propuesta es que ya no se habla solamente de la Internet sino de otras tecnologías de información y comunicación como la telefonía móvil.
La UN ICT Task Force define la brecha digital de la siguiente manera: “En los últimos años, como consecuencia de que las tecnologías de la información y de la comunicación se han convertido en la columna vertebral de la economía de la información mundial y de que han dado lugar a la sociedad de la información, se ha puesto mayor atención a la diferencia de acceso a las TIC entre los países desarrollados y los países en desarrollo.
Esta diferencia se conoce como la “brecha digital”. Pero ¿qué tan grande es? ¿Está creciendo o se está reduciendo? Una manera significativa de medir esta diferencia de acceso a las TIC es estudiar las divergencias entre los países desarrollados y los países en desarrollo en lo concerniente a la introducción de diversos servicios de TIC (teléfono, teléfono celular, internet) y de computadoras portátiles, en la última década.
La diferencia se ha reducido visiblemente, con un progreso particularmente rápido en el sector de los teléfonos celulares y en el uso de internet.” La UIT convoca, en el 2004, al evento “Building digital bridges” en el cual se retoma el concepto de brecha digital a partir de las diferencias de conectividad, ahora incluyendo además la diferencia en las velocidades de conexión, entre el dial up y el wireless por ejemplo.
- Los tres aspectos de la brecha digital También se posiciona en este evento de UIT que la brecha digital está basada en aspectos de acceso pero también en los relacionados con el uso de las TIC.
- Se proponen tres tipos de brecha digital: la de acceso, basada en la diferencia entre las personas que pueden acceder y las que no a las TIC ; la de uso, basada en las personas que saben utilizarlas y las que no ; y las de la calidad del uso, basada en las diferencias entre los mismos usuarios,
Como puede deducirse, el concepto de brecha digital se ha modificado a través del tiempo. En un principio se refería básicamente a los problemas de conectividad. Posteriormente, se empieza a introducir la preocupación por el desarrollo de las capacidades y habilidades requeridas para utilizar las TIC (capacitación y educación) y últimamente también se hace referencia al uso de los recursos integrados en la tecnología.
- Así, el concepto de brecha digital incorpora los siguientes enfoques básicamente: a) El enfoque hacia la infraestructura : o sea, la posibilidad/dificultad de disponer de computadoras conectadas a la red mundial.
- Esto incluye también el problema de servidores y de backbones.
- De hecho, los países del sur siguen dependientes de los equipamientos del norte.
b) El enfoque hacia la capacitación : es decir, la capacidad/dificultad de usar estas tecnologías. Se empezó a contemplar que también existe una diferencia relacionada con las habilidades y capacidades para utilizar adecuadamente la tecnología y no solamente con la posibilidad de disponer de computadoras.
- En este sentido, se comienza a desarrollar el concepto de alfabetización digital relacionado con el de brecha digital.
- C) El enfoque hacia el uso de los recursos : se refiere a la limitación/posibilidad que tienen las personas para utilizar los recursos disponibles en la red.
- En los últimos tiempos, se ha integrado en el concepto de brecha digital las posibilidades de utilizar la tecnología no ¬solamente para acceder a la información, el conocimiento sino también a un nuevo modo de educación y para aprovechar de las “nuevas oportunidades” como el desarrollo de los negocios, la atención médica en línea, el teletrabajo, el disfrute de nuevas formas de entretenimiento y ocio.
Basados en estos elementos, muchos de los organismos internacionales han definido una política de desarrollo orientada a la reducción de la brecha digital. Sin embargo, a pesar de la evolución en el concepto, se enfatiza principalmente en el desarrollo de la infraestructura tecnológica.
Las inversiones y las políticas nacionales para la reducción de la brecha digital siguen orientadas principalmente hacia el desarrollo de la conectividad. Una de las mejores maneras de concretar la comprensión de un concepto es la forma en que este se le valora. En este sentido, las más importantes mediciones de la brecha digital (e-readiness, UIT) están relacionadas con el grado de masificación del uso de las TIC entre países, regiones, grupos o personas y se mide por variables como la disponibilidad de computadoras, la densidad telefónica y la velocidad de acceso por persona.
Los imaginarios políticos de la brecha digital Es importante visitar estas definiciones porque son referentes para la conformación de las políticas nacionales de tecnología. Primero tenemos que tomar en cuenta el hecho de que, vinculados a la brecha digital, se mueven varios imaginarios sobre los cuales proponemos reflexionar.
La diferencia en el acceso a las tecnologías incrementará las diferencias sociales ya existentes. a) La ilusión de la relación causa-efecto Uno de los aspectos más delicados en la comprensión de la brecha digital es la relación de causalidad que subyace en propuestas como la del sitio de CMSI. “Se ha hecho cada vez más grande la brecha que separa el conocimiento de la ignorancia y los ricos de los pobres, tanto dentro de cada país como entre países” En las definiciones se establece una relación directa entre el acceso a la tecnología y las oportunidades de desarrollo (determinismo tecnológico), expresadas en mejores condiciones de bienestar, reducción de la pobreza y mejoramiento de la calidad de vida.
De la misma manera se establece lo contrario, es decir que un menor acceso a las TIC implicará mayores dificultades para mejorar las condiciones de vida. Sin embargo, esta relación causa-efecto no se explica y las consecuencias positivas y negativas que se producen directamente del acceso a la tecnología aparecen como una solución mágica.
Esta explicación causal implícita en el concepto oculta la complejidad de la brecha digital y la posible relación entre la incorporación de las tecnologías en las dinámicas sociales y la transformación social que implica. Para los grupos sociales que posicionan un nuevo entendimiento de este concepto, los factores que pueden potenciar el uso de la tecnología como instrumento de desarrollo son diversos, complejos y tienen interrelaciones entre sí que dependen del contexto, la cultura y la historia del grupo en el que estas se incorporan.
Entonces, se puede decir que las tecnologías de información y comunicación pueden ser un elemento que potencia del desarrollo, pero hacer efectivo este potencial depende de aspectos organizativos, de desarrollo de habilidades y capacidades, de acciones de integración dentro de la identidad cultural y social del grupo, de modificación de procesos sociales, entre otros.
Cuando un grupo social se apropia de la tecnología, es capaz no solamente de usarla para transformar sus propias condiciones de vida, sino que la transforma a ella misma por medio de procesos de innovación tecnológica con identidad social. b) Los “incluidos” de la sociedad de la información podrán participar en la construcción de una “nueva sociedad” Las TIC serán un elemento dinamizador fundamental en la sociedad.
Por consiguiente quienes, individual y colectivamente, logren desarrollar la infraestructura y las capacidades para utilizarlas serán privilegiados, tendrán mayor capacidad de decisión e influirán la construcción de esta “nueva sociedad”, c) La brecha digital resulta de las brechas sociales Esta percepción basada en la relación causa-efecto oculta la relación dinámica y dialéctica entre la brecha digital y las otras brechas sociales.
Se suele considerar que la diferencia en el acceso a las tecnologías incrementará las diferencias sociales ya existentes. Es decir, que la brecha digital implicará más desarrollo en los países, regiones y personas con mejores oportunidades de acceso en detrimento de quienes tienen menos. Esta diferencia se hará evidente no solo entre países, sino también dentro de cada país privilegiando a las poblaciones con mejores condiciones económicas, políticas, sociales y culturales.
Por cierto, la brecha digital es producto de las brechas sociales producidas por las desigualdades económicas, políticas, sociales, culturales, de género, generacionales, geográficas, etc. d) Una sola brecha digital – una sola solución Uno de los aspectos más relevantes del concepto que se analiza es que expresa unicidad.
- Se habla de la brecha digital en el mundo entero, como si existiera solo una y como si tuviera las mismas características en cualquier tiempo o espacio social.
- Este es uno de los aspectos más fuertes del imaginario que está detrás de la definición.
- El problema de hablar de la brecha como una sola es que, entonces, se buscan soluciones únicas y generalizables.
En realidad se debería de hablar de las brechas digitales, dadas por la condición de género, edad, cultural, localización geográfica o socioeconómica y por las combinaciones entre estos factores. De esta manera, el abordaje conceptual, metodológico y los recursos y acciones para enfrentarlas estarían relacionados con las condiciones específicas de las mismas.
e) La brecha digital no aparece por sí misma Otro de los aspectos que se destacan es el carácter ahistórico del concepto. En general, si se estudian los discursos tradicionales relacionados con el tema de la sociedad de la información llama la atención que la mayoría de ellos no relatan la historia que da surgimiento a la misma.
En general, da la sensación de que la sociedad de la información aparece sin que sea producto de una dinámica social y un proceso histórico. Parece como si la sociedad de la información se construye a partir de la incorporación de las tecnologías y no a partir de las realidades estructurales y las contradicciones existentes.
En este sentido, se entiende como una brecha producida por los aspectos tecnológicos, y estos aparecen en el discurso como neutrales. f) La individualización Otro de los imaginarios que rodean este concepto es la individualidad. Al realizar las mediciones de la brecha digital basándose en la relación entre población conectada y población desconectada se estimula un uso individual de la tecnología.
Ya de por sí, se ha estimulado el uso individualizado de la computadora en la escuela, la empresa, el Estado y otros espacios donde esta se ha integrado como parte de los recursos cotidianos. Son poco generalizadas las acciones que tratan de establecer usos colectivos de las TIC.
- Pero adicionalmente a esto, el concepto de brecha digital analiza la disponibilidad individualizada partiendo del supuesto de que el beneficio de una computadora es para una persona.
- Desde algunos esfuerzos de la sociedad civil, como los telecentros o los puntos de acceso comunitario, la reducción de las brechas digitales y la medición de las mismas se basan en los usos colectivos de los equipos de cómputo y estimulan y comprenden los beneficios grupales de los mismos.
La brecha digital debería referir a las capacidades/dificultades que tiene un grupo social de utilizar las TIC como recurso común para el desarrollo de la colectividad y la transformación de las condiciones de vida de sus integrantes. g) Las nuevas brechas digitales Hasta este momento se habla de la brecha digital como la diferencia que produce en el desarrollo el tener acceso o no a las tecnologías.
Sin embargo, nuevas brechas digitales van apareciendo a medida que las TIC se incorporan en la vida social. Ya no se trata únicamente de un problema de tener acceso o no, sino de las diferencias que aparecen entre quienes ya tienen conexión. No todos los que disponen de conexión tienen posibilidades de desarrollar sus capacidades y habilidades para el teletrabajo, por ejemplo.
Y nuevamente, no por la tecnología misma, sino porque las condiciones que se requieren para integrarse en esta nueva fuerza laboral como una educación bilingüe, un alto manejo tecnológico, capacidades de interacción multicultural, condiciones de inestabilidad, aptitud para trabajar de manera aislada y tomar mayores responsabilidades vinculadas al teletrabajo, entre otras, son costosas y difíciles de adquirir y por consiguiente no pueden ser asumidas por la mayoría de la “población conectada”.
- O tampoco por ejemplo, todas las empresas locales a pesar de tener conexión, podrán aprovechar las ventajas de la comercialización en línea o podrán incorporarse en las redes productivas multinacionales.
- Nuevamente no es el aspecto tecnológico el que las limita sino las condiciones económicas, sociales y culturales en las cuales se desenvuelven y las posibilidades de desarrollar capacidades y transformar sus procesos productivos.
Agregando a esta reflexión se deja mencionada la gran discusión sobre propiedad intelectual donde se juega el futuro del conocimiento como derecho privado o colectivo y que tiene la potencialidad de abrir nuevas brechas relacionadas con el acceso, uso y producción del conocimiento y la información que viaja por la red.
Con la inserción de las tecnologías en la vida cotidiana aparecerán nuevas brechas digitales que se refieren a las posibilidades reales de aprovechamiento de las mismas, principalmente entre la clase media que aunque tiene mejores condiciones de acceso que las clases más populares, no siempre tiene todos los recursos para desarrollar las capacidades y habilidades que les permitan aprovecharlos para transformar las condiciones actuales.
h) Inversión focalizada en infraestructura Si se aborda la brecha digital bajo el supuesto de causalidad es posible que los Estados, los organismos internacionales y algunas instancias de la sociedad civil orienten los esfuerzos y recursos directamente al desarrollo de la infraestructura y en algunos pocos casos a procesos de capacitación técnica básica.
Invertir en estos aspectos tiene además la ventaja, para quienes lo hacen, de que es fácil hacer evidente el destino de los recursos (en computadoras, laboratorios, conexiones, líneas, etc). Se supone que una vez que se ha desarrollado la infraestructura el resto de los beneficios vendrán luego; se desatarán mágicamente.
i) La brecha digital como negocio La brecha digital entendida como brecha tecnológica únicamente y basar su solución principal en el desarrollo de la infraestructura es sumamente conveniente para las grandes empresas de telecomunicaciones y las productoras y comercializadoras de equipo de cómputo.
- La inversión social que implica abordar integralmente las brechas digitales, por medio de procesos de fortalecimiento organizativo y de desarrollo de capacidades, no representan un negocio tan importante como si es la venta masiva de conectividad y computadoras.
- J) La brecha digital – un espejismo La discusión sobre la sociedad de la información y el conocimiento ha estado bastante concentrada en el tema de la brecha digital y cómo reducirla.
Esto provoca un espejismo ya que disimula o minimiza la discusión sobre los otros aspectos que implica la sociedad de la información y el conocimiento como creación de empleo y cambios de condiciones de trabajo en relación con las TICs, transformación de los modelos económicos y de creación de valor, los aspectos legales, la nueva educación, la propiedad intelectual, el conocimiento abierto etc.
- Participar en los procesos de apropiación social de la tecnología La sociedad civil organizada, así como diferentes investigadores y académicos, han propuesto nuevas comprensiones de este concepto, haciéndolo más complejo y poniéndolo en contextos.
- Una de las manifestaciones más claras de estas propuestas se da dentro del marco de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información en Ginebra, 2003 donde la sociedad civil tuvo un papel fundamental posicionando nuevas comprensiones y conceptos que fueron desarrollados a través de procesos participativos durante los meses anteriores a este evento.
El tema de la brecha digital también fue redefinido por la sociedad civil como puede deducirse de la declaración final de la sociedad civil. “Consideramos que las tecnologías pueden utilizarse como medios fundamentales, y no así como fines en sí mismas, por lo cual reconocemos que reducir la brecha digital es un paso más, entre otros, en el camino para conseguir el desarrollo en favor de todos y todas.
- La desigual distribución de las TIC y la falta de acceso a la información que tiene una gran parte de la población mundial, fenómenos que suelen denominarse brecha digital, son de hecho una expresión de nuevas asimetrías en el conjunto de brechas sociales existentes.
- Éstas incluyen las brechas entre el Norte y el Sur, los ricos y los pobres, los hombres y las mujeres, las poblaciones urbanas y rurales, aquellos que tienen acceso a la información y aquellos que carecen del mismo.
Dichas disparidades pueden verse no sólo entre las diferentes culturas, sino también dentro de las fronteras nacionales. La comunidad internacional debe ejercer su poder colectivo para garantizar que los Estados adopten medidas con el fin de reducir las brechas digitales nacionales.” Desde estos grupos se comprende la brecha digital a partir de las condiciones que tienen que desarrollarse para la apropiación de las tecnologías y para la incorporación de las mismas como una herramienta que debe ser integrada en la vida cotidiana para transformar las realidades en un proceso continuo.
Un reflejo de esto es lo expresado por Jean-François Soupizet “La mínima capacidad de apropiarse de las tecnologías de la información y de la comunicación en un contexto estructural de innovaciones sucesivas es lo que hace la diferencia. En efecto, en un mundo en plena globalización, este retraso amenaza con agudizar el resto de disparidades, razón por la cual se presta especial atención a la brecha digital.” Otra referencia a esta comprensión del concepto se puede encontrar en la comunidad virtual Mística que tiene la virtud de unir las experiencias y los pensamientos de investigadores y actores de la sociedad civil latinoamericana.
“La brecha digital es una expresión de las brechas sociales. Para comprenderla es necesario analizar las condiciones de acceso, uso y apropiación social de las mismas y no solamente reducir su comprensión a la infraestructura y conectividad.” Cambiar de perspectiva para que las tecnologías estén al servicio de las sociedades.
Partiendo del análisis del concepto y de las opciones presentadas desde la sociedad civil, se propone una nueva acepción al concepto que vaya en el siguiente sentido: Las brechas digitales están dadas por las posibilidades o dificultades que tienen los grupos sociales de aprovechar colectivamente las tecnologías de información y comunicación para transformar la realidad en la que se desenvuelven y mejorar las condiciones de vida de sus integrantes.
Se propone que para hablar de brecha digital y de las estrategias para enfrentarla se parta de la sociedad que soñamos y no de la tecnología. Y que una vez definida la utopía se reflexione de cómo las tecnologías pueden contribuir para alcanzarla. Por ejemplo, se habla de la solidaridad digital como estrategia de reducción, sin embargo, la reflexión debería estar centrada en cómo las tecnologías pueden apoyar la construcción de sociedades solidarias y qué condiciones requieren los grupos sociales para utilizar las TIC para llegar a esta aspiración.
- Definitivamente este cambio de enfoque transforma a su vez la comprensión de lo que es la brecha digital.
- Notas y referencias Unesco-IBI.
- Rapport général de la conférence Stratégies et politiques informatiques nationales, Torremolinos, 1978, p.17.
- Grupo de los 7, luego de los 8, G8.
- G7, Okinawa Charter on Global Information Society, Okinawa, July 22, 2000.
http://www.g7.utoronto.ca/summit/2000okinawa/gis.htm Declaración de principios CMSI, Ginebra, 2003 http://www.itu.int/wsis/docs/geneva/official/dop-es.html http://www.unicttaskforce.org/perl/documents.pl?id=1385 http://www.itu.int/digitalbridges/docs/Abstract-BDB.pdf http://www.itu.int/digitalbridges/docs/presentations/02-Cho-Background.pdf ITU Digital Access Index: World’s First Global ICT Ranking Education and Affordability Key to Boosting New Technology Adoption http://www.itu.int/newsarchive/press_releases/2003/30.html ¿Por qué una Cumbre sobre la Sociedad de la Información? http://www.itu.int/wsis/basic/why-es.html “El poder acceder a las tecnologías de información y comunicación es un requisito importante para participar de una sociedad cada vez más dependiente de la tecnología” (CristiAn Fuenzalida) http://www.dcc.uchile.cl/ cfuenzal/brecha_digital.html Construir sociedades de la información que atiendan a las necesidades humanas : Declaración de la sociedad civil en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, Adoptada por unanimidad en Plenaria por la sociedad civil de la CMSI el 8 de diciembre de 2003.
- Http://alainet.org/active/show_news.phtml?news_id=5145 Soupizet, Jean-François.
- La fracture Numérique Nord Sud, Édition Economica, Paris.
- Http://www.funredes.org/mistica *Kemly Camacho es ingeniera en computación y Licenciatura en antropología.
- Posteriormente realizó una maestría en evaluación de programas y proyectos de desarrollo.
Actualmente es doctorando de la Universidad Abierta de Cataluña en el programa interdisciplinario sobre la sociedad de la información y el conocimiento. Actualmente Camacho coordina los programas regionales para Latinoamérica, Africa y Asia del secretariado Internacional del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá que trabaja los temas de las tecnologías de información y comunicación e intercambio de conocimiento, Bellanet.
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¿Qué es la brecha digital qué objetivo y finalidad tiene la inclusión digital?
La Brecha Digital ha sido asociada a la carencia o limitaciones en acceder a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC); precisando en la problemática, se refiere al limitado acceso y aplicación respecto de los bienes y servicios informáticos y de telecomunicaciones.
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